jueves, 23 de septiembre de 2010

ALGO PARA PENSAR

Creo que el fin último de la vida, es la vida plena y, éste para que sea alcanzado,no puede estar divorciado del sentido ético del ser.
El individuo se compromete en un contrato y el cumplir su parte es su deber,pero no puede renunciar jamás a su derecho al cambio a las estipulaciones del contrato si éste con el tiempo demuestra que le es contario a sus intereses fundamentales.En un mundo cambiante todo cambia aun el hombre mismo, y por ende sus aspiraciones tambien sufren transformacioes que le obligan a buscar lo que le es conveniente.pues lo útil es lo necesario y lo necesario lo útil.
El deber ademas debe ser ético,Es mi deber ser bueno,,porque es bueno serlo.
Asi, lo que una vez fué mi deber, ya no lo es,porque lo que me obligaba al cumplimiuento del deber, ha perdido la razon de ser y, el órgano llamado a cambiar las cosas no quiere hacerlo o si lo hace lo hace a su manera, mientras el individuo o ente social, solo espera fuera del recinto sagrado que otros sean los que rigen su destino como indivíduos y como pueblo.
Hay ciertos momentos que se está entre la espada y la pared.Se es conveniente echar hacia atrás pero no se puede, y se puede echar hacia adente, pero no conviene.
Cuando una sociedad culquiera, está en un asituacíón de confución y bajo asedio del enemigo, no se puede dar el lujo de la equivocación ni de improvisaciones.Pero para ello ha de buscar el consurso de todos los sus miembros.
No se puede olvidar que un contrato es de por lo menos dos entes y, enntre los dos se han de buscar los cambios conducetes al mutuo beneficio.Si es mi deber hacer mis obligaciones, tambien debe ser garantizado que esa obligación me de provecho y bienestar.Tengo que estar satisfecho con el cumplimiento de mi deber, por que me es útil cumplirlo.

Rev Leonides Penton Amador

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