domingo, 19 de julio de 2009

SOBRE EL ASESINATO DE UN SACERDOTE ESPAÑOL

LA PRENSA CUBANA ROMPIO

ESTE DOMINGO SU SILENCIO

SOBRE EL ASESINATO DE UN

SACERDOTE CATOLICO ESPANOL

por Enrique Lopez Oliva

LA HABANA.-Aunque la noticia sobre el asesinato, el lunes trece de julio, del anciano sacerdote espanol Mariano Arroyo Merino, parroco del muy visitado santuario popular dedicado a la Virgen de Regla --que sincretiza en la Santeria cubana con Yemaya, patrona de los marinos, divinidad del mar--, frente a la bahia habanera, uno de los principales centros de religiosidad popular de la Isla, corrio como polvora entre la ciudadania y la prensa extranjera se hizo inmediatamente eco del suceso, la prensa cubana no rompio hasta este domingo su silencio al respecto.

Inesperadamente el diario de la juventud cubana, "Juventud Rebelde", publico este domingo en su pagina dos una "Nota del Arzobispado de La Habana" sobre el suceso, sin destacar el hecho en ningun titular y sin llamada en su primera plana, en la que se destaco la visita oficial que realiza el presidente de Cuba Raul Castro a la Republica de Namibia, luego de asistir a la XV Conferencia Cumbre del Movimiento de los No Alineados, realizada en Egipto, donde Cuba entrego la presidencia del movimiento al presidente egipcio Hosni Mubarack.

En la nota del Arzobispado ademas de informar sobre "la localizacion y captura del presunto responsable" del crimen, por la policia, se refiere "el impacto" que tuvo el hecho "en los medios de comunicacion acreditados en Cuba, y sus consecuencias internacionales, de modo particular en Espana y en la Iglesia Catolica espanola".

"La Iglesia (de Cuba) --expresa la nota del Arzobispado, reproducida en "Juventud Rebelde"-- esta en condiciones de expresar firmemente su rechazo a cualquier intento de vincular un caso con otro (en referencia al asesinato de otro sacerdote espanol, Eduardo de la Fuente, ocurrida en febrero pasado, cuyo proceso investigativo continua), o darle un matiz religioso o politico ajeno totalmente a la realidad del hecho criminal mismo".

Durante una misa, de cuerpo presente, realizada el pasado viernes en la Catedral de La Habana, el cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, manifesto en su oracion funebre, refiriendose al tratamiento dado por la prensa extrajera al hecho: "Hay preguntas insidiosas que algun comentarista se atrevio a hacer, buscandole una significacion antirreligiosa, con matices politicos al asesinato del padre Arroyo", dijo Ortega ante unos mil feligreses que se dieron cita en la catedral de La Habana. El padre Arroyo era muy querido y estimado por los vecinos del poblado reglano y se le consideraba un estudioso de la religiosidad popular cubana, hacia la cual se mostraba respetuoso.

Ante el feretro del padre Arroyo, Ortega elogio el trabajo de la policia de la Isla, que califico de "minucioso y cualificado".

Por su parte el Vicejefe de la Oficina de Atencion a los Asuntos Religiosos, del comite central del PCC, unico funcionario presente en las honras funebres, Carlos Samper, declaro a periodistas presentes, al finalizar la misa: "Nosotros no acostumbramos a divulgar este tipo de noticias en Cuba para no danar la imagen de las familias. Las investigaciones siguen", afirmo que los sacerdotes asesinados "eran amigos", y declaro que los dos hechos "no tienen nada que ver con ninguna cuestion religiosa, ni una guerra religiosa, ni mucho menos de una significacion politica".

Acompanado por otro sacerdote espanol que presta servicio pastoral en Cuba, y de quien tambien fuera amigo, el padre Isidro Hoyos, el cadaver del sacerdote Arroyo, fue trasladado en la noche del viernes pasado a Espana, donde recibio sepultura en la tarde de este domingo. Con anterioridad, se le despidio en su localidad natal, Cabezon de la Sal, Cantabria, donde cientos de personas entre familiares, amigos y vecinos, participaron del funeral, oficiado por el Obispo de Santander, Vicente Jimenez, y al que acudio Miguel Angel Revilla, presidente de Cantabria. El funeral tuvo lugar en el templo de San Martin, donde Mariano Arroyo se desempenara como sacerdote. La prensa cubana, hasta el momento, no ha informado sobre el sepelio de Arroyo.

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