martes, 20 de enero de 2009

SOBRE LA TOMA DE POSESION DE BARACK OBAMA

Enviado por Enrique Lopez Oliva
colaborador del Consejo Latinoamericano de iglesias.
Mensaje origianl de ALC.


ESTADOS UNIDOS
Asume Barack Obama. ¿Qué de Latinoamérica y el Caribe?
Carmelo Alvarez


Chicago, martes, 20 de enero de 2009 (ALC) - Las festividades en Washington hacia la toma de posesión del primer afro-americano que asume la presidencia de los Estados Unidos, ha logrado un entusiasmo sin precedentes en la historia del país y en relación con estas transiciones presidenciales cada 20 de enero.

Especial para ALC

No cabe duda que la relación con la celebración del natalicio del Dr. Martin Luther King, Jr. el 19 de enero, le dan todavía más dramatismo y notoriedad a los eventos. La euforia es inmensa a todo nivel desde los periódicos hasta la televisión y todos los nuevos artefactos electrónicos que la gente posee en estos días. Las expectativas son muy grandes.

Dentro de ese panorama hay quienes nos preguntamos por dónde irá la política exterior de la administración Obama, ahora que Hilary Clinton es la nueva secretaria de Estado. Un repaso superficial de algunos momentos estelares de su exposición ante en comité de relaciones exteriores del Senado estadounidense es que se vuelve a la política exterior de Bill Clinton. John Kerry y Richard Lugar, los dos guardianes de la política exterior desde el centro del poder legislativo plantearon claramente que hay consenso en lo que intenta ser lo que se denomina en inglés “a by-partisan foreign policy” (una política exterior bipartidista). Que leído políticamente implica que esa es la estrategia a seguir, para que se promuevan y defiendan los intereses de los Estados Unidos en el mundo.
La primera impresión es que las variaciones en esa política y su aplicación no son muchas, y da la clara señal de que las diferencias son de grado, táctica o modo de aplicarla, mas no de un cambio sustancial. No se engañe nadie en Latinoamérica y el Caribe los acercamientos a la región no traerán grandes cambios. Algunos enfoques ya comienzan a darnos claves sobre el tipo de énfasis que parece privilegiarse: seguridad y narcotráfico (íntimamente ligadas), la seguridad energética y sus alternativas y la relación con Irán y Rusia de algunos países como Bolivia, Ecuador y Venezuela. Pero no habrá posturas dramáticas al respecto. Con Rusia e Irán hay que negociar. Con Bolivia, Ecuador y Venezuela también. Aunque preferirían gobiernos “más amigables”. La situación económica actual en Estados Unidos los hace más vulnerables por más que digan lo contrario. La globalización les complicó el panorama también a ellos. Son las contradicciones de un globalismo desmesurado y abusivo, sin control, que se les volvió su propio monstruo. Máxima expresión del “capitalismo salvaje”.

El tema cubano se matiza y se le da un enfoque pragmático. Hay que resolver lo de las remesas a las familias cubanas y las visitas a la isla de los exilados para normalizar su comunicación con sus familiares, y una flexibilización de las visitas culturales y religiosas. Todo eso lo mantuvo la administración Clinton. El bloqueo a Cuba se mantiene.

Puede ser que Obama decida realmente hablar con Raúl Castro y Hugo Chávez, pero esto se hará en el marco de la relación de acercamiento con Brasil, el próximo aliado de los Estados Unidos en la región. Brasil ya caminó un gran trecho de ese camino de acercamiento con la administración Bush (asuntos energéticos) y ya acá se dijo públicamente: Los demócratas prefieren a Brasil y relegan a Colombia. No se olvide que Brasil anunció en el 2008 que tenía nuevos yacimientos de petróleo. Tomemos nota que Felipe Calderón se reconcilió con Cuba (¡en Brasil!), que Rafael Correa giró visita de estado a Cuba, que lo propio hace la Cristina Fernández en estos días y que Lula dijo claramente que los Estados Unidos debería “levantar el embargo contra Cuba”. Sea que Fidel esté gravemente enfermo o no y que Raúl Castro necesite verse visiblemente presidencial, Cuba recibió un gran espaldarazo de Brasil y fue recibido con bombos y platillos en el Grupo de Río. Obviamente se busca bajarle el perfil a Chávez privilegiando a Lula como líder regional. Uribe no les sirvió. Centroamérica y el Caribe como sub-regiones seguirán a la zaga, con el único dato que podría llamar la atención que sería el triunfo del FMLN en las elecciones presidenciales de marzo de 2009. Los tratados de libre comercio con los países centroamericanos seguirán su rumbo ambiguo. Los demócratas no se desvelan por ese tema.

Bolivia, Ecuador y Venezuela serán tratados cada uno con su propia particularidad y con los retos que le plantee coyunturalmente, particularmente en materia energética que tiene sumamente preocupados al Congreso y Senado de Estados Unidos y a la rama ejecutiva, mucho más ahora con Obama a quien le preocupan esos temas. El enfoque seguirá siendo siempre pragmático y supeditado a una política exterior más amplia. Les interesa más lo que sucede en China e India, como nuevos socios privilegiados y lo que pasará en el Medio Oriente. Una vez Israel logré posicionarse frente a la nueva administración, y después de los desmanes y abusos en Gaza, se volverá a conversar sobre “la paz” en el Medio Oriente. Este discurso es muy viejo y trillado. Lo cierto es que Afganistán se privilegia frente a Irak, pero en realidad suena más a la actitud también pragmática del “wait and see” norteamericano. El Medio Oriente seguirá siendo un dolor de cabeza para los Estados Unidos, y mientras ellos crean ser la solución y no se convenzan que son parte del problema, la situación no ha de variar mucho.

Un elemento esencial en todo este panorama es que realmente lo que constituye el dolor de cabeza desde ya para Barack Obama y su administración es esta crisis económica y financiera que golpea fuertemente a los Estados Unidos, y globalmente. Las expectativas más grandes que tiene el pueblo norteamericano hoy, y su prioridad, es que arreglen la economía. Lo demás es secundario. Lamentablemente Latinoamérica y el Caribe continuarán como el “patio trasero”. Y México una vez más “lejos de Dios y cerca de Estados Unidos”. Los inmigrantes no deberán esperar soluciones favorables en el 2009. Incluso, se va a endurecer la represión contra ellos y ellas.
Aguardaremos a ver si algo distinto y promisorio pueda darse para Latinoamérica y el Caribe con la administración Obama. Mi optimismo es limitado, y prefiero ser pesimistamente realista, y esperar que nos sorprenda un milagro. Tenemos siempre derecho a nuestras pequeñas utopías. Ciertamente no me gustan las pesadillas. Me aferro a mis sueños. Vale

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